El tiempo pasa deprisa y en menos
de nada ya estamos comenzando una nueva temporada de liga, que este año ha sido
una auténtica “pasada” que diría cualquiera en tono coloquial. ¿Hasta donde
vamos a llegar de seguir así? Es sin duda un éxito rotundo, del que tenemos que
vanagloriarnos todos y cada uno de los que formamos la familia padelera, pero a
la vez, asusta el como podremos afrontar tal despliegue de equipos, partidos,
actas, etc. Este año más de 200 equipos
jugarán la liga en Galicia, tanto en la zona norte como la zona sur de nuestra
autonomía. Sin duda es muy complicado contentar a todos y cada uno de los que
componen la estructura de esta liga, ya sean clubes, equipos y jugadores, cada
uno tiene seguramente una idea diferente de cómo plantearía el desarrollo de la
competición, y en muchos puntos coincidiríamos y en otros no, por eso debemos
dar un voto de confianza a aquellos que trabajan para que todo salga lo mejor
posible.
Cada año se intenta avanzar
dependiendo naturalmente de la demanda, y no hay duda de que este año se ha
disparado, tal vez, por que se han hecho las cosas bien, al margen de pequeños
detalles que siempre hay, pero que no desvirtúan en absoluto una buena
competición, sino que le dan esa pizca, en ocasiones, de incertidumbre y
tensión deportiva. Me gustaría que se
valorase el esfuerzo de todos aquellos que colaboran para que todo salga lo
mejor posible, capitanes, jugadores, clubes, esos que se complican de alguna
manera la vida pensando en a quien alinearán esta semana, o simplemente si
tendrán gente suficiente, etc., luego toca cubrir actas y cuando apenas estás
terminando, ya tienes que pensar en la próxima jornada.
La salida está a punto de darse a
una carrera por la cabeza de grupo en cada categoría, ya sea en primera,
segunda, tercera o cuarta, la inquietud se palpa, por el cuando empezamos la
liga, incluso es en las categorías mas bajas donde más se suele disfrutar, dado
que no hay esa rivalidad por querer ser el primero o el mejor de la liga, en categorías
inferiores se suele vivir más el ambiente, todavía jugando hay quien se deja
una sonrisa, sin malos “rollos” y con una actitud deportiva y cordial, que hace
plausible el reconocimiento de aquellos que se han desplazado a jugar el
encuentro, regándolo con un par de cañas o unas empanadas caseras.
Se ha trabajado mucho para que
todo esto, duplicado en jugadores y equipos para la temporada 2014, pueda ser
una realidad positiva, si algo no estuviera bien, pensemos que es susceptible
de modificación, que podemos probar nuevas directrices, y si éstas no
funcionan, volver a retomar las que había. Pero no podemos pensar negativamente
en ningún momento, tenemos y disfrutamos de un deporte increíble que ha
conseguido que muchos que antes no tenían ilusión por el deporte la hayan
adquirido, que muchos que no creían que podrían competir a estas alturas de la
vida, estén compitiendo federadamente, que otros se vean implicados por que sus
mujeres o maridos, comparten por fin una afición común, que en una grada ya no
sólo se vea a la mama o al papá aplaudiendo al hijo y animándole para que gane
el partido, ahora ya es al revés, ves a los hijos e incluso nietos animando a
papás y abuelos para que ganen ese partido, que empieza como pachanga y acaba
como el rosario de la aurora, queriendo ganar sea como sea. Por que no decir … bendito seas Pádel.
Manuel Fernández
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